Lirismo de aquel tiempo - Escritos de Joaquín Egaña
Paradoja del verano
Lluvia que se hace esperar,
gotas suaves que ceden y van
terminado con un esperar tranquilo y sereno,
casi como todo el verano en soledad.
Extraño silencio que se vuelve amigo y abrigo,
no queda más que amoldarse
a ese repentino camino en el que la vida frenó,
estación de paso y respiro, vueltas de la vida,
comentará algún amigo
de esos que en cualquier vida no debieran faltar.
Sonrisas tímidas y medidas,
entre tantas cosas que cuestan mostrar,
y vuelta otra vez al andar tranquilo y seguro
de indiferencia y distancia
del cual solo se permite recordar esa humilde fragancia,
su experiencia, su impaciencia y la prestancia,
de la cual solo se permite alejar
cuando la lluvia invade la nave de su existencia
en resistencia a todo eso que siempre se negó a olvidar.
Paradójico verano en soledad de persistencia
y todo eso que la memoria no consigue borrar.
Suspiro
Arrogante resultaste cuando a lo lejos no veías nada,
falto de sensibilidad por demás interrumpiste y gritaste a todos,
experimentando la amargada sensación de soltar algo
y en realidad no soltar nada.
El ruidoso silencio en tu cabeza, rara vez te dejó en paz.
Sedienta necesidad de entenderlo todo,
te encontraste con un desierto, sin una sola gota,
solo te tenías vos.
Se preocuparon de aconsejarte, escuchaste todo pero rara vez tomaste algo
Buscaste, no encontraste más que luces confusas, ninguna clara,
solían entrecruzarse como tus pensamientos.
Te adentraste y buscaste ahí, donde no te animabas a ir,
enfrentaste algún miedo, abriste puertas y en el camino,
ese completo desconocido te pregunta por aquel sueño,
supuse que lo perdí hace un tiempo, mencionaste soltando un suspiro.
Construcción
Instintivos impulsos
cantos, gritos, búsquedas,
encuentros y desencuentros,
para verte hoy acá, así como sos.
Palabras y enojos,
muchas veces salieron de tu boca,
otras veces callaste.
Vibraste energías,
sentiste y transmitiste alegrías,
algunas no te llegaron.
Supiste sentir el viento y continuar,
Aquella vez que te dijeron que no,
también cuando fracasaste,
es lo que sos.
Eso que no te salió, aquello que si pudiste,
las veces que ganaste en amor
y lograste perdonarte.
Inmóvil
Detenido está, casi como anclado al suelo,
miró atrás y suspiró,
si, viene pateando hace tiempo
y el suelo está un poco duro.
Atravesó paredes y creó distancia,
con la mirada.
No planea escapar a ningún lado
porque el problema está adentro,
sabe muy bien que perdió la llave.
Se cansó de dar consejos, se sabe bueno prestando el oído
mas pocas veces pide ayuda,
Escondió lo frágil y mostró lo fresco,
y aunque no lo dé a entender,
por miedo a que lo descifren,
suele mirar lo suficiente.
Pero anclado está, como las raíces al suelo.
Permanencia
Está ahí
Algunos lo saben porque lo sienten,
otros más entusiasmados cuentan que alguna vez lo vieron,
yo personalmente lo veo en cada cosa que hago.
Algunos se paran de diversas formas
y lo ven de diferentes lados,
otros más simplificados aseguran haberlo descifrado.
Vos, particularmente soles negarlo,
pero ante cada suceso bueno lo recordás con esmero.
Algunos dan vueltas mirándolo de distintos lados,
buscan la forma de entenderlo,
vos de ninguna forma te permitís mencionarlo.
Desazón
Desazón la que siente el primero de los arrepentidos,
clamando en silencio por un poco de paz,
sintiendo el ayer, cuando menos en un baldío,
de esos que por sombríos
la mayoría no habrá de frecuentar.
Ansiedad la que siente,
y aunque de verdad lo intente,
frías y aisladas oportunidades tendrá de ser perdonado,
más su conciencia no le miente,
si en el afán de no bajar los brazos y apretar los dientes,
siente, que ese camino sea el indicado.
El Rezagado
Aquello le sonó como un disparo a la esperanza,
dejó correr un instante y desplazó con elegancia en abundante silencio,
perdiéndose a la distancia.
Así pudo embarcarse, sin embargo,
con el encargo de su alma a cuestas,
sabiendo que jamás volvería a manifestarse,
con su astucia y ese dejo de fragancia
en lo más alto de su tiempo.
Mi grandeza no está en venta y tampoco está a tu alcance,
dijo en un tono distante y con algo de pereza,
a mi fiel rasgo me debo y no caminaré en vano,
tampoco iré lejos por su mano,
y si mi simpleza no es excusa, si no hay nadie que se acusa,
estaré perdido en una batalla más tormentosa que difusa,
entre mi mente y lo que se atreva a adelantarse.
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* Pensando Durazno quiere agradecerle al autor de estos escritos por su aporte al proyecto político que asume este blog ya que, a través de la palabra, seremos capaces de pensar, re-pensar e imaginar otras formas de vivir, otras formas de pensar, otras formas de luchar.
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