En la calle hay que educar - Por: Abril Bidegain

Extraída de algún lugar remoto de la web

Todo está vinculado, claro. El short talle S que incomoda, la ley de cuotas, los feminicidios y, sobre todo, la poca información que hay sobre ellos.

Claro que es más fácil creer que las políticas de género, o encontrarle un nombre diferente al asesinato de estas mujeres, son en realidad tácticas que segregan los géneros, o que imparten por sí solas más desigualdad, es más fácil que sacarse la mascara y darse cuenta que en este sistema, en esta vorágine de consumo y de tiempo invertido en billetes.
El Poder siempre puede más que la sensibilidad y, lo que en algún momento pudimos definir como humanidad, darse cuenta que el mundo hace rato dejó de ser color de rosas, que no hay que irse a África para ver hambre y, sobre todo, que nuestros hombres, nuestros padres, nuestros hijos, uruguayos que alguna vez definimos en carpetas para la ONU, están violentando a otro ser que, con solo haber nacido y ser prójimo de todos nosotros, tiene derecho a la vida, y nadie más que el mismo tiene poder sobre eso.

Hace poco empezó febrero, el calendario marca 6/2, del 2. Falta muchísimo para que se termine el año, para que se termine el mundo y sin embargo, cinco mujeres, nuestras mujeres, madres o hijas, murieron a causa de esta desviación en el cerebro de todos nosotros. Si, claro, de todos, porque todos entramos en la silla del culpable, todos somos los que miramos para otro lado, los que creemos que acá no pasa, que nuestra familia está bien educada. Pero no. ¡Basta!. Basta de salir a marchar por las mujeres cuando ya se murieron, cuando se siguen muriendo, hay que buscarle otra vuelta, porque no nos está sirviendo, no nos está dando. 

Hay gente que aún cree que la culpa la tienen las mujeres muertas, que algo habrán hecho, que por buena no debe haber sido, que se la buscó, que el pene no se controla con una remera tan ajustada y, de eso, somos todos responsables. Porque hoy no puede pasar más, y si hay que salir a la calle a explicarle a cada una de las personan que caminan por ahí que el cuerpo, sea de cualquier sexo, es de cada uno, y es obligación respetarlo; y si la persona que te cruzas no puede más de linda, te callas la boca, porque la vida no es un show de belleza, y vos no sos el jurado ni de cerca.

Vamos a salir, y vamos a hacer que el mundo entienda que falta mucho para hablar de igualdad.

Por: Abril Bidegain