Pensando Durazno
Desde una condición innegable: nuestra juventud, y lo que esto conlleva, pensamos que no nos podemos abandonar al hábito de no contribuir con nuestro departamento, con aquello que es necesario (o al menos lo que nosotros creemos necesario para mejorarlo) en conjunto con las herramientas que nos constituyen. A partir de esto, realizaremos un énfasis en el concepto mismo de juventud, dado que es desde ahí, desde nuestra condición biológica, social y cultural, la que todo ser humano transita. Es pues, desde este punto de partida, donde nos sentimos comprometidos a contribuir desde diferentes ámbitos y de diversas maneras, con el objetivo de corresponder a nuestra condición, y asimismo, las ventajas que esta nos proporciona. Es desde este punto, desde el interés por lo público, que nos comprometemos a desarrollar una serie de lineamientos propios y característicos para: i) fomentar y elevar la discusión política, ii) recuperar los espacios públicos promotores de lazos sociales y iii) poder generar un proyecto político local emancipador.
Vivimos en un
departamento con una realidad política, económica y social
particular. En el cual se encuentran determinadas singularidades que
provienen de un país tradicionalmente centralista y con cierto grado
de homogeneidad, el cual posee características específicas de cada
localidad, que hacen de esta manera lo peculiar de nuestro hogar y
de las prácticas políticas que se desarrollan. La extensa tradición
política en el control de las instituciones otorga un determinado
sentido a estas prácticas que anteriormente nos referimos. Prácticas
políticas, que por cierto, al conformar parte del sentido común que
se genera por dicha tradición y dominio, han sido y son pasibles a
ser interpretadas, interpeladas y deconstruidas con el objetivo de
generar posibles opciones diferentes. Sin embargo, es superfluo
entrar en detalles acerca de qué tipos de prácticas se ejercen,
puesto que, al conformar parte de un todo constante, solo esto basta
para realizar determinada crítica al respecto. No obstante, se
pretende ahondar en la visible incompatibilidad que puede
manifestarse entre discursos conservadores-autoritarios y la
representación de la voluntad popular en el órgano legislativo
departamental. Situación manifestada muchas veces en el pleno y que
no forma parte del propósito de estas líneas.
Es necesario por ello,
introducir en la agenda política, ciertas cuestiones que hacen a la
problemática cotidiana departamental, así como también dotarlas de
un preciso contenido teórico guía. No podemos descuidar la
condición que poseemos y abandonarnos a las viejas estructuras
conservadoras que forman una parte exclusiva de la idiosincrasia
local. No podemos estimar lógicas machistas, patriarcales y egoístas
que se encuentran instaladas en el discurso hegemónico diario sin
polemizarlas, debatirlas y revertirlas. Entendemos que más allá de
las condiciones materiales que deben ser atendidas por las
autoridades y la sociedad organizada, se hace cada vez más necesario
ahondar en cuestiones profundas y volver a generar la “Batalla por
las Ideas”.
Ante la eminente
mercantilización de la cultura, pretendemos dar la pelea con el
propósito de salvaguardarla, esta es uno de los elementos más
“sagrados” que posee la sociedad y que no debe abandonarse en el
poder de aquellos que tan solo la consideran un medio y no un fin
para la misma. Los hechos lo demuestran: en el año 2015 nos pusimos
de pie, de lucha en contra la suspensión de la Feria del Libro que
se desarrolla cada año con una gran concurrencia de ciudadanos en
nuestra localidad. Dichos motivos de la suspensión eran los costos
operativos de la misma Feria y su casi nula -supuesta- ganancia que
se percibiría. Ante estos hechos se manifestaron, dentro y fuera de
las instituciones, posiciones en contra y, desde ahí, comprendimos
que las lógicas de mercado habían llegado hasta el último lugar
que aun no había sido colonizado. Ahí comprendimos además, que el
discurso hegemónico dominante, no acaba solo en eso, sino que
pretendía manifestarse hasta tal punto: irrumpiendo en la calidad
que posee esta actividad y el fomento teórico, artístico-literario
que posee. No obstante, la pelea dio sus frutos y la Feria del Libro
se realizó como todos los años. Será por el posicionamiento de los
actores que manifestaron sus opiniones o simple capricho del
intendente. No lo sabremos.
Entendemos a la cultura,
por otra parte, como formadora de sujetos libres, críticos y
autónomos. Entendemos la cultura como elemento constitutivo de un
pueblo y a los sujetos que la ponderan como activos participantes por
lo público. De ahí radica su importancia para el pueblo y sus
ciudadanos.
Por otro lado, es el
espacio público otro de los elementos que debemos empezar a discutir
como sociedad en su conjunto. Es necesario emprender a recuperar los
espacios recreativos, tales como las plazas, las canchas de fútbol,
los “campitos”, etc. Esto es relevante, puesto que si entendemos
al mismo como un espacio donde se generan los lazos sociales y, ante
el repliegue de lo público por lo privado, será allí donde
podremos resistir como sociedad. Resistir ante la avanzada de las
lógicas de mercado que, en el afán de generar sujetos
independientes, terminan siendo estos los dependientes de un sistema
perverso. Es el capitalismo un peligro para la democracia.
El capitalismo atenta contra la democracia al generar excluidos e
incluir a todos bajo el egoísmo y la competencia. Es en los espacios
públicos donde se tienen que reintroducir las discusiones políticas,
el diálogo y la interpelación de lo que hay para generar, desde ahí
lo que queremos que venga. Nada más ni nada menos, solo un proyecto
emancipador para trabajarlo e implementarlo.
Por último, si hablamos
de proyecto emancipador, este detentará ser un proyecto por y para
la gente. Deberá interpelar la realidad en la que nos encontramos
todos, sin exclusión de nadie. Y, a partir de ahí, luchar contra
toda forma de dominación impuesta y no legitimada (Estatuto
FAIV, 2016). Debemos generar un proyecto como sociedad que contemple
el fortalecimiento de los lazos de solidaridad entre pares. El mismo
atesorará una perspectiva a largo plazo y en constante adaptación
con la realidad y sus modificaciones. Recuperar la participación
política, será un elemento que reforzará la democracia y pondrá
en jaque a la dominación avasallante que nos somete. Expandir un
proceso deliberante en la sociedad en la cual sean las grandes
mayorías, conscientes de su explotación, quienes tengan la última
palabra.
Queda
un prolongado camino por delante. Este, más que extenso, diría que
es interminable. Sin más, pretendo que estas líneas contribuyan a
la discusión política en nuestra sociedad. Es este blog una
herramienta para ello.
Carlos
Rodriguez en cooperación con FAIV (Frente de Acción Idea
Vilariño).
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